Alcalde de Jesús María secuestra LA PRIMERA
La Noticia En Archivo octubre
Mediante un operativo sorpresa “compraron compulsivamente” todos los ejemplares del diario LA PRIMERA.
Así fue la operación corrupta
LA PRIMERA tuvo acceso a las declaraciones de María Elena Calúa Ruiz, una de las personas utilizadas para cobrar el dinero de la “extorsión” y quien se desempeñaba como practicante del estudio de abogados de Ocrospoma.
Calúa –quien fue alumna del actual alcalde en la Universidad Garcilaso–, señala que “un día el doctor Ocrospoma le encargó recoger un cheque” en las instalaciones de Tour Car. S.A., el cual estaba a su nombre.
“Cuando le pregunté el porqué de tal hecho, me dijo que no me preocupara y que lo reciba, incluso me reclamó por qué lo habían puesto a mi nombre. Luego, a bordo de su camioneta 4x4 guinda fuimos al banco donde cobramos 3 mil dólares, sin saber cuál fue su destino, porque él (Ocrospoma) se llevó el dinero”, dice la manifestación.
Pese a todas estas pruebas, la denuncia fue archivada. La suerte de García Gatty está en manos del órgano de control del Ministerio Público.
La comadre
Enrique Ocrospoma Pella, su esposa Rossana Alejandra Montero Cancino y otras seis personas, fueron denunciados ante el Ministerio Público por los delitos de colusión desleal, abuso de autoridad, usurpación agravada, enriquecimiento ilícito y concusión.
La fiscal Emperatriz Tello Timoteo, titular de la 54° Fiscalía Provincial Penal de Lima, se hizo cargo del caso, quien tras las investigaciones le abrió proceso tan sólo por concusión, y no por los cinco que fueron denunciados.
Hasta allí todo normal, pero lo raro del caso –que luego vio la fiscal Luisa García Gatty-, es que el alcalde de Jesús María y su esposa fueron padrinos de bautizo del menor hijo de la fiscal Emperatriz Tello.
La ceremonia religiosa se realizó en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Balconcillo, La Victoria, el 24 de enero de 2004. Tello debió inhibirse pero no lo hizo, por lo que el caso fue derivado a otra fiscalía provincial.
Canillitas de Jesús María denunciaron a este diario que personas a las que identificaron como trabajadores de la municipalidad de este distrito compraron todos los ejemplares de LA PRIMERA y “Perú.21”, que publicaban graves denuncias contra el alcalde de la zona, Enrique Ocrospoma.
Los presuntos personeros municipales incurrieron en una insólita forma de censura de prensa, pues su objetivo evidente era evitar que la comunidad se entere de una grave denuncia de corrupción contra el burgomaestre.
Una vendedora de diarios, que por razones de seguridad pidió no ser identificada, contó a este diario que un trabajador de la municipalidad le compró todos los ejemplares de LA PRIMERA y “Perú.21”. Informó que la causa es la acusación de una supuesta malversación de fondos aparecida en ambos diarios.
El vecino Carlos Saavedra, quien vive cerca de la Plaza San José, dijo que a las 11 de la mañana no encontró ningún ejemplar del diario LA PRIMERA y que ha recogido versiones, inclusos de serenos de la municipalidad, que el alcalde Ocrospoma mandó a comprar todos los ejemplares.
Por su parte, Ruth Huancahuari, quien tiene su quiosco entre el cruce de las avenidas Pablo Bermúdez y Arenales, indicó que a las 8 de la mañana un hombre quiso comprarle todos los ejemplares de LA PRIMERA y de “Perú.21”. Indicó que ella no quiso venderle los ejemplares porque considera que era una forma de evitar que los diarios circulen.
“Mi labor no es sólo vender sino educar. Más que clientes tengo lectores y se les está negando el derecho a la información, es por eso mi malestar y por eso no vendí”, dijo Huancahuari, quien denunció el hecho en la Asociación Pro derechos humanos (Aprodeh).
La Gerencia de Comunicaciones e Imagen Institucional de Jesús María rechazó cualquier participación de la municipalidad en la compra de los ejemplares. Lo que pasó, dijo un vocero, no muy convincente, es que seguidores de partidos contrarios al alcalde Ocrospoma compraron todos los ejemplares para repartirlos entre los vecinos.
Fiscal en apuros
Haber favorecido con un fallo al alcalde pepecista de Jesús María, Enrique Ocrospoma, ante una grave denuncia por corrupción en su contra, le puede costar el puesto a la fiscal superior Luisa García Gatty, titular de la Tercera Fiscalía Superior en lo Penal.
El último 3 de setiembre, la Fiscalía Suprema de Control Interno, a cargo del fiscal supremo, Avelino Guillén, dispuso abrir proceso disciplinario contra la citada magistrada “por irregularidades en el ejercicio de sus funciones”, al emitir un dictamen favorable al ahora alcalde de Jesús María.
El caso
Los hechos materia del proceso se remontan a los años 2003 y 2004, cuando Ocrospoma era regidor del municipio. Según la denuncia de la empresa Tour Car S.A (hoy Innovaciones Tecnológicas del Medio Ambiente SAC), el burgomaestre de Jesús María se valió entonces de su cargo como servidor público para exigirle el pago de 5 mil dólares mensuales.
Esta suma –según obra en el expediente al que LA PRIMERA tuvo acceso--, fue solicitada por Ocrospoma a Tour Car S.A. para asegurar la continuidad de los servicios que esa empresa prestaba a la comuna.
Para esto utilizó como argumento la supuesta irregularidad en el contrato de concesión de 10 años que tenía Tour Car S.A. con el municipio por limpieza pública, barrido de calles, eliminación de desmonte, entre otros servicios.
Ocrospoma –según el expediente–, cobró un total de 50 mil dólares, los cuales fueron girados en cheques de 5 mil dólares a nombre de siete allegados (entre ellos su esposa, Rossana Montero Cancino) que fueron incluidos en el proceso archivado por la fiscal García Gatty.
Helio Ramos
Fernando Pinzás
Redacción
